El algodón convencional es un cultivo de los más tóxicos. Se cultiva en el 2,5% de las tierras agrícolas del mundo y sin embargo representa hasta el 25% del uso mundial de insecticidas. Otros productos químicos usados en la producción incluyen blanqueadores de cloro, amoníacos, metales pesados, ftalatos y colorantes azoicos de anilina.
La producción de algodón orgánico requiere un 71% menos de agua y un 62% menos de energía. El cultivo de algodón orgánico promueve unas condiciones más seguras para los cultivadores de algodón al eliminar la exposición de los trabajadores a productos químicos peligrosos.*
La producción orgánica se basa en un sistema agrícola que restaura y mantiene la fertilidad del suelo sin el uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos. El certificado de algodón orgánico GOTS ratifica que se han cumplido en la cadena de producción una serie de requisitos que aseguran las condiciones ecológicas del producto y el trabajo digno de las personas implicadas en su fabricación. Es un sello de garantía que avala una producción responsable a nivel ambiental y social.
Tanto nuestra colección de esterillas como las fundas de los zafús están hechas de algodón orgánico, lo que reduce el impacto negativo global que generaría el uso de algodón convencional.
*Datos extraídos del artículo de www.ecoinventos.com